El colchón duro fue incómodo para dormir.

Estuve en Hosteleria Santa Cruz y me encantó. El desayuno continental era completo, con buen café y un bizcocho delicioso. Las vistas desde mi habitación eran magníficas, además de estar cerca de la iglesia. La atención del personal fue increíble y quería destacar la limpieza correcta. Definitivamente un lugar especial al que volveré.

lo recomendaría

La ubicación del alojamiento es magnífica, rodeada de montañas cubiertas de árboles y justo al lado de la iglesia de Santa María, lo que proporciona unas vistas inolvidables. La atención del personal fue excepcional, siempre amables y dispuestos a ayudar. Las habitaciones eran limpias y acogedoras, con la tranquilidad necesaria para descansar tras un día de aventuras. El desayuno continental era delicioso, incluyendo un bizcocho casero que vale la pena probar.

El colchón me resultó un poco duro, lo que afectó mi descanso.

la hostelería es pintoresca, pero los colchones son muy duros, perfecto para quien disfrute del campamento. además, intenté cenar y, por alguna razón misteriosa, sólo había mesas con asientos incómodos, como si eso fuera normal. esperaría un poco más de atención, quizás un obsequio, pero nada.

Es un alojamiento encantador con vistas pintorescas y una atención excepcional, además de un delicioso menú de comida local.

La Hostelería Santa Cruz es un lugar encantador en un pueblo precioso. Las vistas desde la habitación son simplemente espectaculares y el desayuno incluye un bizcocho casero delicioso. Sin embargo, el colchón era algo duro para mi gusto.

Una experiencia altamente satisfactoria

La atención del personal fue excepcional, disponibles incluso durante la madrugada. El desayuno era delicioso, destacando los bollos caseros. Recomiendo explorar el restaurante por su excelente relación calidad-precio. Considerar habitación en planta superior para menos ruido de la terraza.

Menuda delicia fue el desayuno continental! Con un bizcocho casero que te hace querer repetir. me encantaron las vistas impactantes desde la habitación, que te dejan sin aliento. Además, la limpieza y amabilidad del personal contribuyen a la magia del lugar.

El único tema a mencionar es el sonido de las campanas de la iglesia, que puede ser un poco molesto. Y claro, los colchones son un poco firmes para mi gusto, pero aún así, todo brilló como el sol en las montañas.

Precioso pueblo con vistas increíbles y una atención encantadora. La cocina aragonesa es un auténtico deleite, especialmente los platos de carne a la parrilla. ¡No sabía que el bizcocho podía ser tan energizante!

Lo único, ¡las campanas del pueblo son más madrugadoras que yo!

vistas impresionantes hacia la iglesia románica

vistas magníficas, aparcamiento disponible

almohada dura

El pueblo de Santa Cruz de la Serós es precioso, con unas vistas espectaculares que se pueden disfrutar desde la habitación. El hostal es sencillo, pero la atención del personal es excepcional, siempre dispuestos a ayudar y a hacerte sentir bienvenido. La habitación estaba limpia y el desayuno continental incluía zumo y bollería que estaban muy bien. Lo único negativo fueron los colchones, que son un poco duros, lo que puede resultar incómodo si buscas un descanso óptimo. Además, aunque la comida era buena, no pudimos cenar en el restaurante por falta de mesas adecuadas para sentarnos. Pero en general, es un lugar encantador donde volveré sin duda.

Encanto y buen desayuno en la montaña

Disfruté mucho de mi estancia, especialmente por la buena ubicación para hacer excursiones a los Pirineos. Las vistas desde la terraza son maravillosas y el desayuno incluía un delicioso bizcocho casero que vale la pena probar. Sin embargo, las camas son un poco pequeñas, lo que puede ser incómodo para quienes somos más altos.

Las vistas desde el balcón son increíbles, se ve la iglesia románica. La única pega es que las habitaciones son un poco ruidosas. La cena estaba deliciosa y el desayuno incluía panes caseros muy ricos. La atención del personal es excelente y te hacen sentir muy cómodo.

el hotel está súper chido, tiene unas vistas impresionantes al pueblo y a las montañas. el personal es muy amable y te hace sentir en casa. el desayuno está rico, con panes caseros y bollos. la cama es cómoda y el lugar es tranquilo. el ambiente es acogedor y perfecto para relajarse.